sábado, 10 de marzo de 2012

SOY YO

y no me importa lo demás...

Así lo aprendí en la escuela. Y es que si tu no eres un poquito egoísta y no valoras lo que haces, nadie más lo hará. Suena cliché como todo en esta vida, pero ese no es mi punto. ¿Cuándo sabemos que es suficiente? ¿ser humilde es ser un gallo? ¿o no serlo te convierte en algo peor? Porque eso de llenarse la bocota de tus "éxitos" a veces puede ser asqueroso para los demás, no por envidia, sino que todo tiene sus limites. Cuando avanzas un paso más allá de los demás y te regresas para echárselo en la cara, te ganaste el odio directo. NO ME INTERESA. Por qué si estamos hablando del Sistema Solar, tiene que salir tu encuentro con la Reina Isabel, o en la cola del banco me tienes que hablar de tus zarcillos de oro, o me salen con una tesis doctoral de mierda en la clase de plastilina 1. Todo tiene sus tiempos y sus espacios, te puedes hacer un póster de tu amor propio si quieres, pero no me salgas con que te amas demasiado como para aparecer en tus actualizaciones de facebook. O las benditas fotos de la "pareja perfecta" cuando a sus espaldas parecen gusanos ¿Ok?, si hablas demasiado la gente te exigirá demasiado, si muestras demasiado tu necesidad de aprobación se aprovecharán de tus debilidades. Las experiencias me confirman que las personas humildes son más sabias, más accesibles y se ganan el respeto sin necesidad de humillar a los demás o de demostrar "hasta dónde pueden llegar" simplemente hacen sus cosas bien y con la boca cerrada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario