sábado, 24 de marzo de 2012

-Hola ¿cómo estás?


+¿Y tú eres?


-¿Ya no te acuerdas de mi?

+Si, claro que me acuerdo de ti, pero así fue como comenzó todo. Con un simple "hola" me cambiaste la vida, con ese "¿cómo estás?" me dejaste varada en este lago de recuerdos inconclusos, por ese saludo tuyo comencé a leer, a escribir, a dibujar, a bailar y a cantar, buscando desahogarme  a través del arte, cuatro letras que me hicieron soñar hasta pensar que lo nuestro iba a funcionar, un "hola" que me dejó las venas sin sangre y varios discos rayados. Sabes que con esa forma tuya de ser cortés, pasé de no tener nada a tocar el cielo y sin embargo aquí estamos, tratándonos como extraños, dejando de lado todo aquello que fue bonito, olvidando hasta el tono de tu voz porque ya no significa nada, verte pasar y no sentir absolutamente nada, si me preguntan por ti; solo fue un sueño del cuál desperté aunque no quise, pero desperté. Entonces no pretendas que con un "hola ¿cómo estás?" te voy a responder "hola, bien ¿y tú?" porque esa historia la conocí, ya la viví y ahora me toca responder "adiós y fue un placer".

No hay comentarios:

Publicar un comentario