... De mis ilusiones
Así comienza la conversación, 3am, la excusa: un tuit. Tal vez producto del alcohol en su cabeza o de la melancólica canción que sonaba en ese momento. "Me gustaste desde que te conocí y cada vez que escucho -X canción- no puedo dejar de pensar en ti". Me hizo creer que para él me había convertido en un hermoso recuerdo, seguía pensando las cosas que hicimos y que fueron perfectas y que en mi mente siguen siendo perfectas. Desde la forma de conocernos; en aquel concierto de la mejor banda del mundo hasta la forma de reírnos de aquello que odiamos y que tenemos en común. La química innegable, su forma de mirarme y su forma de tratarme como a una total y absoluta princesa de cuento. Evidente ante los demás, la pareja perfecta.
"No se como explicarlo, pero desde el principio supe que contigo era distinto".
La frase me aceleró el corazón y no como el típico cliché masculino, porque sabe que conmigo no tiene necesidad de utilizar caretas, he vivido demasiado como para no creer en todo lo que me dicen y sin embargo puedo degustar la sinceridad de sus palabras.
Solo puedo decirte que contigo entendí muchísimas cosas que hasta ahora eran un enigma. Crecí. Pero no puedo devolverte el sentimiento. Me hace quedar como una mala persona, lo sé, pero no puedo jugar a ilusionarme de algo que no existe. Es mi culpa, seguro, me obligué a sentir algo, hice mi mayor esfuerzo, pero no lo logré.
No hay comentarios:
Publicar un comentario