Por lo menos hoy...
Lo que pasa con esto, es que no depende de qué haces, sino cómo lo haces, a veces la rutina tiene sus partes buenas. Pero tiene sus limites, llevarse siempre de la misma manera hasta el punto de hacer todo predecible es lo que mata una relación, conviertiendola en aburrida. Entonces pasamos del amor a un compromiso, a un " estoy contigo para no estar sola" o muchas veces por no hacerle daño a otro, terminamos nosotros en una fosa de infelicidad. Siempre he pensado que nadie es indispensable, que no vale la pena suicidarse por otro, que las pendejadas que hoy se nos ocurren por "pasión" mañana nos hará esclavos del pasado. Pero hay que disfrutarse el momento hasta que sea posible, como los rockeros cheveres que se mueren jovenes y no quedan haciendo el ridículo a los 90 años, esto para explicar que cuando se acaba lo bonito hay que retirarse dignamente. De todas maneras siempre nos quedará un lapsus para añorar el "cuando eramos felices y no lo sabiamos". Somos algo jodidos en esto, se nos ocurre portarnos de maravilla los primeros dos días y después regresamos a un desierto árido y triste, soplando la llamita que quedaba, como si el otro en cuestión va a soportar la ¡¡¡MARIQUERA!!!
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