miércoles, 5 de diciembre de 2012

Quiero saberlo

¿Cómo te bloqueo en mi cabeza?

Hoy me levanté con ganas de escribirte, pero a medida que pasaba el día, el orgullo me ganó, pensé "bien por mi". -El primer paso para olvidarte es ignorarte- eso pasaba mientras las personas a mi alrededor me preguntaban "por qué tan ausente", pero seguí mi vida. Fueron las 18 horas más largas, hace tantísimo tiempo que no te extrañaba que pensé haberte superado, ahora sé que fue como esconder el polvo debajo de la alfombra, no lo veo pero sigue allí.

Suspiro, medito y he intento dormir y ahí sigues en mi cabeza. Ha pasado todo un día, debería cobrarte alquiler. En medio de una severa confusión, vino a mi mente todo aquello por lo que estamos así, decidí no hacerlo y mira quién estaba en lo mismo que yo: tú. Me aferro a la idea que todo pasa por una razón, esa razón siempre es excelente y cabe dentro del plan perfecto de Dios, pero mi consciencia humana deja entrar aquella posibilidad de un "qué hubiese pasado si" y ya, ahí fui víctima de mi inmadurez, de mi ser atascado y atolondrado, que una vez estuvo pero que ya no y le cuesta aceptarlo. Estuvo y no estará porque ambos perdimos el chance, ambos la cagamos, cada quién a su modo pero ya fue y así quedo. Así que me ahorro el mensaje, no te escribo más. Obtuve mi respuesta, dos horas después llegó tu mensaje. No puedo, no podemos hacerlo.